jueves, 29 de septiembre de 2011

GOLPE DE CUCHARA.

NOTICIA FILMADA CON TOMAS A 360 GRADOS, BANDERAS PATRIÓTICAS Y TROMPETAS...PATRIÓTICAS TAMBIÉN.

Dique Liutenant Prosopopeyo Spinachi. Puerto de Narizona.
Dos horas antes de faltar dos horas para el mediodía zulú.

La estilizada y potente figura del acorazado USS Peneque se recorta contra el nublado skyline de la ciudad en duermevela. Arrecia un atemperado airecillo de levante que arrastra una pertinaz llovizna. Dos agentes enviados especiales de la Agencia de Protección de Cosas que Flotan permanencen vigilando el emplazamiento militar perfectamente mimetizados con el ambiente gracias a sus disfraces de gaviotas. La instalación portuaria se encuentra en estado de especial emergencia. El dique seco abraza sin recato el acorazado, atracado para una revisión especial. Sólo se recuerda un estado similar en el emplazamiento: la mañana que la suegra del Teniente Spinachi se paseó por la instalación pasando el dedo por las barandillas, con evidente mueca de disgusto.

El USS Peneque sirve de manera meritoria en la marina desde la Guerra de Improperios en el delta del Kats-Chup. Fue el único buque inscrito en las quintas regatas Ciudad de Algete, y recibió por ello un diploma honorífico. Las arrugas acuden a su casco y debe ser revisado cada veinte mil millas marítimas. La principal preocupación del equipo técnico se encuentra en los muelles suspensorios de los ceniceros plegables de las dependencias del contramaestre. Aprovecharán, no obstante, para revisar aspectos menores, como la curiosa y fluorescente grieta en el reactor nuclear y la desaparición misteriosa de los pernos de la quilla. Esta imagen idílica de operarios especializados y bocadillos en cubierta se verá interrumpida en un instante, con rápidos cambios de plano, zooms estratosféricos y musiquita de “aquí se va a liar”.

El grumete de popa, encaramado al palo mayor, da la alarma como un descosido, señalando al espigón del puerto. El personal militar, civil, jubilado,descalificado y recomendado es puesto en alarma en ese mismo instante, siguiendo unos protocolos de seguridad que alguien escribió en una tarde de somero aburrimiento. Gracias a unos fantásticos binoculares germanos con funda de polipiel y cierre de pestillo se identifica la malísima amenaza atacante que los ha convocado a todos en cubierta. Un hombre con bigote sosteniendo una cuchara.



El capitán del navío, reconociendo lo inabarcable del suceso, pone en conocimiento del Grupo Uniformado Anti Terrorista Aficionado ( GUANTÁ ) el reto al que se enfrentan. Movilizado a la zona un autogiro pilotado por un conde de afinados bigotes y sombrero de copa, identifica al individuo mientras suena de fondo una animada tonada a la pianola. El agente enemigo asiste, impertérrito perfecto, al lanzamiento de sendos sacos de arena que no le impactan por apenas dos jugadores de baloncesto de los altos tendidos en el suelo. Ante el braceo descordinado del capitán en el puente de mando, sus hombres toman las armas, disputándose sobre todo los fusiles de cerrojo, porque andan un poco escasos. A cámara lenta se agrupan en la proa una completa agrupación de hombres armados con revólveres automáticos, cerbatanas, recibos de la luz y otros armamentos. El atacante no muda el gesto y para demostrar su arrojo y su defensa de la Hermandad Maligna que Siempre Tiene la Culpa de Todo (tm), adelanta un pie y luego otro. Tiros, disparos y ratatatás por doquier causan grandes pérdidas al puerto mientras la marinería no da una en el blanco. El autogiro, en una toma cenital contrapicada, contrachapada y cortadapegada de otra película, mejor que esta, señala al atacante gracias al dedo enguantado del piloto. La pianola de cine mudo queda destrozada por el fragor del fuego amistoso. Pólvora, casquillos, muecas e insultos a cámara lenta fácilmente entendibles por cualquier persona que haya pasado más de dos días en total en contacto con la calle llenan la escena. Todo parece perdido.

Pero la altivez de los valientes reconfortan la moral guerrera y apesadumbran el cariz enemigo. Ya. Yo tampoco lo he entendido. Guionistas con ínfulas. El cocinero del buque, en camiseta de tirantas y pelando una patata, hace aparición en cubierta. Enemigo y héroe improvisado cruzan miradas. El cocinero efectúa un par de movimientos de artes marciales con diestro uso del pelaverduras. Es evidente la contrariedad del atacante, al que vemos fruncir las cejas en un zoom que le llega hasta la pituitaria. Cuatro minutos después de “aunque parece que te pego no te llego” y un par de explosiones sin importancia en el buque por colillas arrojadas a un cargamento de salsa picante, el atacante sin soltar la cuchara, de alpaca labrada con motivos florales y de café para más señas, se arroja al proceloso océano. Tras caminar un trecho al hacer pie, se aleja del puerto nadando estilo crol.

Habrá secuela. Los marineros se felicitan. Tal como está el tema de cotizar a bordo de un buque de guerra es una manera estupenda de sacarse unos dineros extras.

Por estos peligros y por otros que inventaremos sobre la marcha, es imprescindible una subida en las previsiones de gastos de la armada. Con quincecuatro millones más habría de sobra.

Exteriores rodados en Irrisoria.

sábado, 24 de septiembre de 2011

SÓTANO 71 EXPRESS.



ALCANZA EL NIRVANA CONTANDO MINISTROS.

Noticias Trascendentales Tranchetto Ltd.

Tassik Lolailolailolá, gurú iluminado y lider del movimiento religioso “Qué feliz que me siento oiga”, además de asegurar que el nombre de su movimiento gana en idioma extranjero, sea cual sea, asegura a los medios a través de nota manuscrita en lija del doble cero “haber alcanzado el nirvana través de la política".

El estado, curioso al enterarse de que sirven para algo aún de manera indirecta, ha invitado a este responsable religioso a nuestro país en régimen de media pensión. Ha visitado grandes tribunas de opinión, platós de televisión, tertulias radiofónicas, programas del corazón y la tómbola del barrio de Arrechuches comentando su técnica. Apunte, que se la pierde.

“Busco el karma desde que tenía en la barbilla tres pelos, y fijense ahora en lo profuso de mi barba, nadie diría que camino desnudo por la calle. Tras las noticias de las tres me puse a buscarlo como cada tarde y se me ocurrió usar a los ministros en plan mantra, pues es bien sabido que los ministros son unos mantras. Pues intenté contarlos a todos para llegar al éxtasis o alrededores cuando me dí cuenta que sólo conocía a uno. Así estuve contando al Ministro de Economía diecisiete mil veces hasta llegar a ese punto de desconexión regional del espíritu. O eso o me quedé frito, no sabría qué decirles”. 

Ya ha vendido los derechos para un libro, una película y un músical con los muslos al aire. Bien es sabido que por aquí compramos cualquier tontería que venga de fuera. Mejor si es con desnudos parciales gratuitos.

sábado, 17 de septiembre de 2011

IDEAS PRESTADAS. POR SALVADOR DE PESTAÑA.

ASUNTO DE GRAVEDAD.

Debo admitir que me encuentro inmerso en estos últimos tiempos en un grato esfuerzo intelectual. He considerado beneficioso robarle algo de tiempo a mi pasatiempo preferido, el mirar hacia la nada con las manos cruzadas a la espalda, dedicándolo al noble arte de la culturización general. He soportado con estoicismo las chanzas de mis pocos allegados cuando me han visto abrazado por el sofá con un tratado en las manos. Aunque no lo crean, soy una persona de carácter jovial. Es por eso que los despido a todos con una sonrisa mientras reparto cartuchos de sal. Nunca los compro de pólvora, me parece un gasto supérfluo y no reembolsable.

No quiero meterme en mis asuntos cotidianos, pues me trae a la palestra un descubrimiento físico que he tenido la oportunidad de conocer a raíz de esta afición mía. El ropavejero de la comarca pasa por mi finca una vez al mes antes de dirigirse a la incineradora. Aprovecho para seleccionar alguna obra que no huya a hombros de una marabunta de carcoma. El otro día me llamó poderosamente la atención un pequeño libro de ciencias de un tal Niuton. He deducido que debe ser un científico nuevo por su escritura y sus conocimientos, que en breve y para su regocijo pasaré a poner en tela de juicio con gran profusión de espumarajos.

Habla con desparpajo de la ley de la gravedad. Y no quiero relatarle las barbaridades que desglosa en sus tratados. Nunca mis cejas escalaron tanto mi respetable frente hasta hacer cima en la coronilla del puro asombro. Los que tienen el honor de servirme nunca me han visto tan furibundo, y tengan en cuenta que tengo por costumbre discutir dos horas diarias con la chimenea. ¡Maldito invento caótico de cimbreantes e imprevisibles llamas! Vuelvo en mí para no salir de mi asombro. Habla con suficiencia de su monserga de la atracción de los cuerpos por el planeta, el empuje, el peso y alguna barbaridad más que me ha llevado a la carcajada indignada.

Caballerete, está usted sumergido en la pestilente ignorancia hasta los pabellones auditivos.

Me consta que leerá esto. Ustedes los jóvenes, no sé por qué clase de sortilegio, pasan horas buscando su nombre en sus maquiavélicos cacharros para saber qué opinan de sus batallitas. Yo le explicaré en qué consiste la gravedad. La gravedad es tradición. Ale, ¿cómo dice que se queda? ¿Fórmulas matemáticas? ¡Ja!, observe mis empastes de platino mientras me carcajeo ante su folletín. Mi padre siempre estuvo de pie en tierra. Mis tíos, los Marquesos de Pularda, siempre caminaron erguidos. Yo nunca he volado y por añadidura todo mi servicio, contagiado de mi rancio abolengo, arrastran los pies por la tierra. Las personas de bien ni levitan, ni se sienten ligeros y por supuesto, al llegar a los terrenos de bruma previos a los fatídicos monstruos abisales que circundan nuestro planisferio, se rizan el bigote y vuelven a casa justo a la hora de la cena.



Se lo voy a dejar claro. La gente está pegada al suelo porque aún queda un poco de decencia, pegamento moral que sostiene a las naciones dignas. Quizás sus amigotes librepensadores floten. ¡Quisiera yo verles reunidos en torno a una mesa agarrándose a sus asientos para no salir volando del bochornoso café que les permite reunirse! Pero en lo que a los míos respecta nos mantenemos en el suelo porque es lo que se espera de nosotros. Tome nota, caballerete Niuton. Respete a sus padres y no se pregunte incongruencias.
Como dijo el gran dramaturgo Heliodoro Fenettre: “importantibus res resolutum scripti”. Por si no domina las lenguas clásicas, viene a decir que, así en traducción libre y sin aspirar a ser tan entendido como usted, “Está todo dicho”. Y punto.

Por ese motivo nunca leo ningún libro que no amarillee. Los bohemios juntaletras sólo aspiran a cambiarle a uno la idelogía por otra más infecciosa con el sólo contacto con el papel. Por el momento volveré a contemplar el horizonte enfundado en mi batín. Con más ahínco si cabe, no vaya a ser por manos del demonio que acabe yo volando por desatender tradiciones familiares.

Salvador de Pestaña.

martes, 6 de septiembre de 2011

CABLEADOS.

ESA COSA NUEVA QUE PONEN EN SÓTANO 71.

Siguiendo ese compromiso con la información que nos encontramos firmado y tirado por el suelo cuando nos mudamos a esta redacción, esta casa, en su continuo esfuerzo por rescatar informaciones vetadas en los grandes medios les ofrece esta nueva sección CABLEADOS.

Los famosos cables trifásicos reveladores de verguenzas ministeriales los conocen de sobra. Nosotros les traemos esos que quizás por la fecha, por la materia o por estar bajo las cáscaras de un paquete de pipas en la papelera de redacción aún están inéditos.

Alborotense, pidan dimisiones a mogollón y polemicen. Que nadie les quite el berrinche.








RESPONSABLE DEL BANCO FRONTAL EUROPEÍSTICO EN ENTREDICHO.

Me llegan informaciones de claro carácter de despelleje ajeno, pero para eso me destinan ese jugoso sobresueldo en la sucursal de las Islas Cucudrulu. Monsieur Jean Baptiste Tranchete, presidente de Irrisoria, se ha presentado visiblemente ebrio en la reunión celebrada esta misma tarde en el garaje de la sede central de la Caja de Ahorros Tirolesa y Montes Sin Piedad. Acudía para dar su particular visión de lo conveniente de las nuevas políticas exprimidoras y en principio no se contaba con su consenso, pues ya había presenciado otras reuniones sobre el mismo tema con un marcado fruncir de entrecejo.

Que llegara cantando Ampurias Patria Querida dio las primeras pistas a los presentes. Bien había conseguido la piedra filosofal macroeconómica o se había pillado una curda de las de sacar a bailar a los extintores. Hemos pasado un videocasette de la comparecencia a los alegres chicos y con algunas lagunas lingüísticas como para pescar carpas han transcrito lo siguiente:

Tranchete: (inaudible) me parece perfectísimamente bien la malversación de fondos por parte de los carpinteros eslavos y su compra de deuda pública (bailecito con palillos). Además abogo por la idea de cerrar los ojos y darle a la máquina de imprimir billetes. ¡Así así! ( se tapa los ojos y tropieza en el estrado) .

A la prensa se le ha dado la versión de una crema bronceadora que le ha sentado mal, pero el responsable de Malmetimientos Institucionales se ha asegurado de pasar esa versión a cada periodista con tonillo de “si yo te contara” y levantando las cejas.

Esperamos que en breve los medios lo pongan a caer de un burro, lo vuelvan a montar y lo tiren de nuevo. Nuestro candidato al puesto se prepara ya en la Toscaña y su marca para los cien metros vallas ya es meritoria.

Aprovecho la ocasión para ponerme a los pies de su señora y a preguntarle qué hay de lo mío.

viernes, 2 de septiembre de 2011

¡TORPES DE CUIDADO!


 CIENCIA CON PALABRAS ESDRÚJULAS DE SÓTANO 71.

Un Documental dramatizado puesto en escena por la plantilla habitual de actores de rellano y mimos tímidos de Sótano 71. MIMCXVIII.

¿Es usted torpe? Tranquilo, puede admitirlo sin sonrojo, no es necesario que levante la mano o grite su nombre. Sólo asienta. La torpeza adquirida o intrínseca es un mal muy extendido en la actualidad que no cuenta con tratamiento farmacoilógico alguno. Según algunos expertos tomarse dos barras de regalíz no acaba con esta tendencia al desastre, pero disimula el mal aliento. Esos expertos en estos momentos meten sus pertenencias en cajas de cartón y son acompañados al exterior por un guardia de peludos nudillos.

Según el Torpólogo por la Universidad de VayaPelo, Mispipisipis, nos podemos encontrar ante dos tipos de torpeza. La primera es hereditaria. Es transmitida de tíos paternos a sobrinos en la pila bautismal. La proteína L-Manazas se agarra a los flecos de las Atontainalina, gen responsable de la coordinación de extremidades y de la profusión de vello en los pabellones auditivos. Los pequeños tapan con efectividad su inclinación por meter la pata sirviéndose de sus grandes ojos, sus pucheros y sus arrebatadoras sonrisas, cuando no carcajadas. En esta escena vemos como este pequeño resbala con un sonajero y arroja a las lenguas de fuego un incunable boceto del pintor Nicasso en el que apuntó el número de la jefatura de tráfico cuando hablaba por teléfono. Este pequeño cuerpo es consciente de su propensión y se escuda en una sonora carcajada alzando los hombros ante la bobalicona sonrisa de sus padres. Este chico llegará a ministro.

Mientras les ofrecemos unas imágenes no relacionadas de aplicados mozos dejándose las córneas en microscopios de tres pesetas les apuntamos la segunda causa de la torpeza. La adquirida. Un individuo sano, bípedo, mamífero y de coronilla despejada puede contraer los síntomas de la torpeza un martes antes del almuerzo sin ni siquiera notar algún efecto colateral ni andares estúpidos. Vemos a este distinguido intelectual con coderas de piel y chaqueta de tweed servirse la comida en un buffet mientras se come con los ojos a la rubia del cardado. Una simple conjución de ombligoelementos unida a cierta carencia de sintetización de los teloneros de la vitamina D-12 y un no estar en lo que hay que estar y estar en la imaginación elucubrando actos lujuriosos con la prójima desencadenan la tragedia. En cámara lenta vemos como prueba con una pose de tipo interesante mientras le falta barra para apoyarse. Allá va la ensalada de col, muy rica en col para los que sean del gusto de comer col, volando hasta el aparcamiento. El rosbeef bombardeado con microhondas elige vivir su vida y fugarse con un par de manzanas maduras y el tenedor acaba clavado en el sobaco de un Coronel de la Marina. La torpeza puede acarrear consecuencias funestas. Vemos al tipo atado de los pulgares de la antena del destructor con sidecar SSU Mariscal Bonete. ¡Tiene su gracia, sobre todo si le pasa a otro! Hasta otra cerebrito.

¿Cómo puedo librarme de la influencia de ser torpe? ¿Es cierto que puedo ser rechazado por la sociedad? ¿Si abrazo el televisor y siento irrefrenables deseos de contraer segundas nupcias estoy para que me encierren? Son muchas preguntas para un locutor que cobra por horas. Los límites de la torpeza no están definidos, pero sirvan estos ejemplos para que usted, manazas, se lo piense dos veces después de pensárselo tres:

  • Use manoplas. Le costará más agarrar cualquier cosa, y por fuerza tendrá que concentrarse. Así evitará de paso quemarse agarrando el mango por la sartén, rascarse en público y tocar el ukelele.
  • Observe a sus semejantes y obre en consecuencia. Si está rodeado de funambulistas, faquires o saltimbanquis, cambie de amistades. Están en sus cosas del peligro, no se van a dar ni cuenta de que usted falta.
  • No haga nada. Tan sencillo como eso. A cada trabajo encomendado con la mejor de sus voluntades responda “yo lo haría, pero es que se me cae todo”. Mire con ojos de lechuginos al prójimo hacer su tarea. Qué listo es usted, ¿a que sí? ¿Eso que oigo es un bolígrafo garabatear sobre su finiquito?

Es tarea de sesudos estudiosos determinar si el torpe puede convivir en sociedad siendo uno más de la manada o deben ser enviados al espacio muy exterior en cohetes carísimos pintados en rojo y blanco. Hasta la aparición de un remedio milagroso a millón el frasco recuerde: despacito y con buena letra.

Giancarlo Due-Mano Siniestra es Licenciado en Patosología por el Parvulario Don Gusanito y diagnosticado de torpeza supina por vía paterna. Él no ha podido escribir el documental al haberse quedado encerrado en una lavadora, pero nos consta que está de acuerdo en casi todo el contenido, salvando el segundo prelavado.